La fama de Julio Iglesias es mundial, pero no todos conocen su pasado como futbolista. El cantante llegó a la música por casualidad después de que un accidente de tránsito truncó su carrera deportiva.
El intérprete español fue arquero de las divisiones menores del Real Madrid, aunque el destino tenía otros planes para él. Mientras se recuperaba de sus heridas, tocaba la guitarra y componía canciones.
Así empezó su gusto por la música, y luego participó en el Festival de Benidorm en 1969. Ese fue el inicio de su carrera artística, y hasta la fecha grabó más de 80 discos y vendió más de 300 millones de copias.
“Para mí cantar es vital y aparte que yo soy un hombre apasionado, me gusta sentir la pasión en todos los sentidos y si no tengo la pasión de la música… Las otras pasiones son mucho menores”, dijo Iglesias.
El Real Madrid perdió un arquero, pero el mundo ganó a uno de los mejores cantantes de la historia de la música hispana. Un genio.
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